Parte del cuadro de Domingo Faustino Sarmiento hallado en los últimos días.

Impactante por su tamaño, su realismo y por mostrar a Domingo Faustino Sarmiento en una época de la que hay pocas imágenes. Así se ve el retrato del que no había registros y que fue encontrado, en perfecto estado, en uno de los depósitos del Museo Histórico Provincial Agustín Gnecco. La pintura de 155 años de antigüedad causó tanto impacto a nivel cultural, que pronto se acercaron a analizarla especialistas del área de Cultura de la provincia y ya piensan qué destino tendrá.

Si bien no hay detalles escritos sobre aquella obra de arte, sí se sabe que data de 1863, época en la que Sarmiento se desempeñaba como Gobernador de San Juan. Quien la hizo fue Gregorio Torres, un reconocido pintor mendocino, famoso por sus retratos, que además era amigo del entonces Gobernador e incluso había estudiado junto a Procesa del Carmen Sarmiento de Lenoir, hermana del Maestro de América.

Por otra parte, especialistas que ya observaron de cerca la pintura, creen que el artista midió al modelo para poder realizar su obra del modo más preciso posible y que, Sarmiento posó para ser retratado.

En la imagen, el prócer se ve de pie, vistiendo su traje de militar y con su mano izquierda apoyada en un escritorio en que hay papeles y tinta. Con su mano derecha sostiene la pluma. Calvo y con un bigote blanqueado por el paso del tiempo, Sarmiento muestra un gesto adusto y una mirada firme que parece observar al espectador.

El retrato de cuerpo entero y tamaño real de Domingo Faustino Sarmiento pintado por Gregorio Torres.

Si bien no hay registros escritos sobre el peregrinar de la obra, el boca en boca indica que su primer destino fue la Casa de Gobierno de la provincia, que lleva el nombre del prócer. Lo que se desconoce por el momento es hasta qué año permaneció allí. Aparentemente fue un gobernador sucesor quien mandó a quitarla del lugar.

Como consecuencia, la imagen fue entregada a Juan José “Pipo” Victoria, quien se desempeñaba como director del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Sin embargo, Victoria no contaba con un espacio acorde para mostrar aquella obra, por lo que se la entregó a las autoridades del Museo Gnecco, con quien compartía edificio.

Fue entonces, que se decidió embalar la imagen para protegerla y guardarla en un depósito. Los años pasaron y ahora, esa joya que nadie recordaba, volvió a ver la luz.

Al hallarla, los encargados del Gnecco dieron aviso a las autoridades de la Secretaría de Cultura de la provincia, quienes rápidamente ser acercaron a observar y analizar la pintura. Y, con el objetivo de que esa obra de arte de tamaña importancia para provincia sea puesta en valor, las autoridades estudiaron qué hacer con ella. Creen que la mejor opción es trasladarla a su lugar de origen, la Casa de Gobierno, a la que pertenece.

Para eso, le colocarán un marco y le harán una placa que indique su importancia.

El artista que pintó a Sarmiento

Gregorio Torres.

Gregorio Torres nació en Mendoza en 1814 y realizó sus primeros estudios allí. Sin embargo, hizo el secundario en Santiago de Chile. Fue uno de los discípulos favoritos del pintor francés Raimond Quinsac Monvoisin, con quien se inició en el mundo del dibujo y del arte, lo que le permitió desempeñarse como profesor de dibujo en el Colegio Nacional de Mendoza y en el de San Juan.

Además dejó obras como Retratos de Clarita Cortinez, Señora Vidart de Zavalla, La niña de García Maza; Sandez recibiendo en La Pampa a su regimiento. En el Museo de Luján se conserva el Retrato de Julio A. Roca y en el Convento de la Merced de Mendoza, el Retrato de Ignacio Álvarez.

El museo de 133 años que sigue sorprendiendo

Museo Histórico Gnecco.

El Museo Histórico Provincial Agustín V. Gnecco es el más antiguo de San Juan. Se inició con las colecciones de numismática y filatelia que trajo su creador desde Buenos Aires en 1886 y actualmente cuenta con un patrimonio de más de 170.000 piezas.

Su primera sede fue la propia casa de Gnecco. Por la falta de espacio, una importante parte (con 10.000 piezas) fue vendida al Museo de Luján. Anavadro Gnecco, hijo del fundador, comenzó a hacer gestiones para que el museo tuviera sede y funcionamiento permanente. Pero recién lo logró en 1975, cuando pudo instalarlo en un local bastante pequeño, alquilado por el Gobierno de San Juan. Luego hubo una mudanza a un depósito, en el salón de actos de una escuela, durante 4 años.

En 1981 la colección pudo ser trasladada al antiguo edificio de la Escuela Normal San Martín, donde por varios años compartió espacio con el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson.

En 1978 tres evaluadores nacionales de primer nivel hicieron un informe técnico sobre la Colección Gnecco, a la que se refirieron como ‘uno de los repositorios más importantes de nuestro país‘, de ‘gran utilidad para investigadores o historiadores‘ y con una biblioteca ‘única en su género y una de las más completas en temas americanos‘.

En sus galerías y salas (con exposiciones permanentes y transitorias) se construye un recorrido por la historia de San Juan, exhibiendo reliquias de épocas coloniales hasta la primera mitad del siglo XX. Entre sus paredes se puede encontrar desde la primera moneda patria que data de 1813, acuñada en plata; objetos de madera, hierro y cuero fabricados artesanalmente a mano; y retratos fotográficos de 1869 de los pioneros de esta actividad en la provincia.

Además del libro de José Ignacio de la Roza, el primer gobernador de San Juan, junto a documentos y cartas firmados por Francisco N. Laprida, San Martín y Fray Justo Santa María de Oro.