Podría ser el mejor de los ejemplares de la película Transformers. El camión se pone en marcha y su brazo comienza a desplegarse lentamente. Se mueve como desperezándose hasta enderezar sus cuatro partes, para llegar a una altura superior a los 40 metros. Se trata del brazo usado para bombear el hormigón, que permite construir la losa de un edificio de 8 pisos en sólo media hora. En la provincia hay 8 de estos ejemplares que lograron terminar con el trabajo de levantar balde por balde repleto de hormigón con una pluma, para construir.
Dos de estos camiones pertenecen a la fábrica Hormicuyo, que no sólo realiza todo el proceso de elaboración del hormigón sino que, a través de estas máquinas se encarga de dejarlo exactamente en el lugar en el que quedará para siempre. Según explicó Juan Federico, uno de los encargados de la empresa, el brazo permite colocar el material cuando el espacio es muy alto (llega a 40 metros de altura) o en los lugares en los que el camión no puede entrar (alcanza 36 metros en posición horizontal).
Entre los beneficios de la máquina, sus dueños hablan de la economización de tiempo, ya que pueden construir la losa de una vivienda en alrededor de media hora, mientras que con el sistema del balde y la carretilla se demora casi un día. También, del ahorro de mano de obra, ya que antes trabajaban unos 10 albañiles en esa tarea. En cambio, la máquina es manejada sólo por dos personas, una maneja la dirección del brazo a través de un control remoto. Otra, sostiene la manguera que está al final del brazo, por la que sale el hormigón.
"Uno de nuestro camiones bombeadores tuvo su prueba de fuego durante la construcción del dique Cuesta del Viento, en Iglesia. Ahora, las obras más importantes en las que estamos utilizando nuestros 2 camiones, es la construcción de la Ruta del Sol -que va hacia el Dique de Ullum- y la del puente de Alto de Sierra", comentó Ramón Federico, dueño de la empresa.

