"¿Y de verdad es tan milagroso?", preguntaba María, una tía de Alberto Frassón, de 33 años, quien ingresó el sábado pasado a Terapia Intensiva del Hospital Rawson por un choque que sufrió en su moto. "Totalmente, sólo récele y tenga fe", contestaba Dante minutos antes de trasladar a su hijo a su casa porque le daban el alta después de haber estado 27 días muy grave por un accidente en auto. La historia volvió a repetirse. Una persona que tuvo a un familiar muy grave en la terapia entregó el rosario milagroso a otra que tiene a un ser querido en la misma sala. Y lo dio porque su accidentado se salvó y el crucifijo salvará también al que esté grave aún.

El comienzo de los milagros del rosario nadie lo conoce. Una mujer dijo que lo recibió de un anciano desconocido en 2003 para que su hijo Marcelo se recuperara. Luego el muchacho, el año pasado, se lo dio a Pedro Pablo Reggio, que se lo entregó a Dante Aciar cuando el hijo del primero, que ingresó casi sin pulso, se recuperó. Ayer fue el turno de que Jorge Aciar, de 19 años, se fuera del hospital a su casa y su padre continuara con lo que le dijeron cuando lo recibió y repitió cuando lo entregó: "Cuando el muchacho se recupere, tenés que entregar el rosario a otra persona que tenga un ser querido muy grave". El hijo de Dante chocó en su auto contra un árbol y estuvo 15 días en coma. A los 13 días del coma recibió el rosario y ayer se fue a su casa junto a su familia.