La presidenta Cristina Fernández, mantuvo un contacto cercano con los tucumanos y se mostró feliz porque “hasta el Sol nos acompañó en este día”. Según el protocolo inicial, la Presidenta debía trasladarse desde el aeropuerto Benjamín Matienzo en helicóptero, pero finalmente realizó el recorrido por vía terrestre y mantuvo un contacto cercano con la gente que se acercó a saludarla durante el trayecto. Tras entonar el Himno Nacional, Cristina salió de la casa de Tucumán y recorrió más de 50 metros caminando hasta el vehículo que la esperaba para llevarla al hipódromo de la capital tucumana. El momento más emotivo tuvo lugar cuando recibió un regalo de un artesano de 96 años: una réplica en madera de la Casa Histórica. “Es para la tumba de Néstor Kirchner”, aclaró el hombre, palabras que hicieron que Cristina se emocionara. Sin embargo, rápidamente recuperó la sonrisa, especialmente cuando los 30.000 presentes que se aglutinaron detrás de las vallas de seguridad, arrojaron en dirección a ella una lluvia de flores. Por otra parte, y por segundo año consecutivo, la jefa de gobierno, decidió no asistir al Tedeum religioso, celebrado por el 9 de Julio en la catedral tucumana.
