Aunque Jorge Deiana nació en San Juan, la mitad de su vida la pasó en otras provincias. Durante 25 años estuvo en Mendoza y fue el encargado de elaborar un plan de manejo y control invernal en el paso a Chile por el Cristo Redentor, para que el camino se corte lo menos posible. Pero decidió volver a estos pagos para hacerse cargo de una obra estratégica: la realización de los nuevos tramos de la ruta nacional 150. Ahora es quien coordina todo lo que sucede en la construcción de la arteria que atraviesa todo el Norte sanjuanino. Se trata de un tramo fundamental del Corredor Bioceánico que une Porto Alegre (Brasil) con el Puerto de Coquimbo (Chile), y que será mucho más funcional cuando se haga el túnel de Agua Negra en la cordillera.

Hasta hace poco tiempo, la misión de Deiana era planificar todo lo que tenía que ver con el mantenimiento invernal en el paso a Chile por Mendoza. Pero cuando desde Vialidad Nacional le ofrecieron coordinar las obras de la ruta 150, el ingeniero no dudó en hacer un giro en su profesión. "Es la propuesta soñada por cualquier profesional de los caminos. Esto es un logro profesional al que uno no puede decirle que no", cuenta.

Inmediatamente volvió a San Juan, donde se instaló con su familia. Desde entonces, se la pasa recorriendo las obras de una de las rutas cuya construcción no tiene precedentes en el país, por las dificultades geográficas a las que debe enfrentarse.

Justamente, el desafío de la obra fue lo que atrajo a Deiana. La 150 atraviesa todo el Norte de San Juan, conecta el camino a Chile con el centro del país y vincula el turismo en Iglesia con Ischigualasto. Además, pasa cerca de donde encontraron petróleo, en Jáchal. Es la ruta más cara por kilómetro del país, por las dificultades que atraviesa. "Esta obra implica un profundo estudio de la geología del lugar, porque hay que hacer al menos siete túneles y tres puentes. Ese fue el obstáculo mayor al que me tuve que enfrentar", dice Deiana, quien reafirmó que esta es la obra vial más estratégica de la provincia. Es por ello que debe coordinar el trabajo de más de 800 obreros de 6 empresas diferentes, que son las que están construyendo los nuevos tramos.

Como si se tratara de un hijo más, cada vez que el profesional habla de esta ruta, lo hace con satisfacción personal. Sobre todo cuando cuenta que el tramo más avanzado ya está hecho en un 80% (Río Bermejo a Huaco), o cuando afirma que lo más complicado es abrir siete túneles en la montaña para unir Ischigualasto con Jáchal. Dicen que todo estará listo en el 2012.