La gente estaba impaciente. Es que los ensayos de luces despertaron curiosidad por saber cómo sería el show. Y las expectativas no fueron en vano. Durante 10 minutos el público, gracias a la tecnología, pudo apreciar un informe sobre la historia de la Patria, plagado de imágenes tridimensionales, luces y colores. Y este espectáculo se vivió con el mismo entusiasmo y deslumbramiento tanto en el Centro Cívico como en la Catedral.

A pesar del frío nadie se movió del lugar, ni siquiera los niños que durante lo que duró el show permanecieron callados, siguiendo atentamente las imágenes de las carabelas, de los soldados luchando por lograr la independencia y de los personajes más destacados del país, desde San Martín hasta Sandro y Maradona. Sólo el silbato de los policías rompía el silencio, que intentaron hacer que los autos circularan y no se quedaran en doble fila para mirar el espectáculo.