El sustento del plan, aseguró Martín Puigdellibol, es la interacción entre los actores, y la interrelación con sus principales actividades, lo que se traduciría en una fórmula que incluye: ordenamiento del rodeo + asesoramiento veterinario individual + genética + financiamiento (Barrick) + tecnología y equipamiento + viajes de capacitación + asesoramiento agronómico en finca + aporte de conocimientos de Facultad de Veterinaria + silos de maíz + apoyo del gobierno municipal y provincial + sanidad.

Creo, dijo, que el indicador "producción de carne" es un número frío, pero al fin y al cabo es la base de todo este plan. Quizás lo más importante es la cantidad de vientres estables en el tiempo (en producción).

Vean que 87 % de preñez es moderado, a alto, para productores nuevos en ganadería, como los de Jáchal. Los números van mejorando lentamente y hay que entender que es un proyecto que va de la mano de la naturaleza, y no se hacen grandes cambios en escaso tiempo; hay que mejorar genética, manejo y equipamiento, con sanidad y alimentación, y allí esperar los resultados a varios años. Somos optimistas con el equipo.

Respecto de la alfalfa, dijo que se sembraron en total desde el inicio del plan 96 Has de las 100 proyectadas, pero se utilizó el total de las semillas. Los productores comenzaron en el 2011 con un total de 149 ha de alfalfa propias, en el 2012 se habían sumado 79 ha. Y en el 2013 ya estarían completando un total de 245 ha de alfalfa. La gran forrajera argentina es la alfalfa. También se sembraron 33 has de maíz, que se destinaron a la producción de silo bolsa mayoritariamente y un resto para grano.

Las hectáreas ganaderas pasaron de 214 cuando se inició el proyecto y ahora se llega a las 508 hectáreas involucradas.

Hay un aumento en el capital animado, ya que se comenzó con 416 vacas más vaquillonas, y ahora se está llegando a las 615. En terneros logrados se pasó de 199 en el inicio del 2011 y ahora se está en 463 en el 2013.

Destacaron los disertantes que formalmente se dio inicio al plan en enero del 2012, y el año ganadero va de julio a julio, por lo que se comenzó "corrido" en el calendario, ingresando en octubre del 2012 los toros y vacas de cabañas pampeanas con mejoramiento genético básico.

De todas maneras, los resultados son altamente atractivos hasta el momento: con 5% de pérdidas de terneros (es normal en Argentina, en zonas como La Pampa y Buenos Aires un 9 y hasta 10%), y con valores de preñez, que crecieron desde 67% inicial, en el proyecto, hasta subir a 87-88%, es muy bueno. De todas maneras, lo ideal sería llegar a 91-92%.

Vientos de cambio en el norte sanjuanino, la ganadería avanza a paso firme…