Con partidos de fútbol y rugby, carreras de atletismo, de bicicletas y hasta de motos, hace 85 años los sanjuaninos fueron protagonistas de uno de los grandes momentos de la historia provincial, la Semana del Deporte que las autoridades idearon para inaugurar el Estadio Abierto del Parque de Mayo. Fue del 8 al 14 de julio de 1928 que San Juan le mostraba al país su colosal obra, que durante décadas escribió páginas doradas no sólo del deporte sino de la cultura sanjuanina, pero que actualmente lo encuentra prácticamente obsoleto. Es que el tiempo le fue jugando una mala, pues no pudo adaptarse a los cambios que las disciplinas fueron imponiendo. La cancha de fútbol, el velódromo y la pista de atletismo no cumplen con las medidas reglamentarias que exigen las federaciones internacionales, pero además, sus dos tribunas están inhabilitadas.
Aquella Semana del Deporte se abrió con la ceremonia inaugural, encabezada por el gobernador Aldo Cantoni, el domingo 8 de julio. Un avioneta pasó por el estadio y lanzó la pelota con la que se disputó el partido inaugural, entre Newell’s y Defensores de Montevideo, que ganaron los argentinos por 3-2. Ese mini torneo también lo tuvo a Huracán, que conquistó el título.
El 9 de julio se cruzaron el Hindú Club, de Buenos Aires, con el Huazihul sanjuanino, en un partido de rugby, mientras que en los días posteriores hubo pruebas de atletismo, con competidores que llegaron de distintas provincias. También se realizó una carrera de motos en el velódromo y entre argentinos y chilenos disputaron distintas pruebas de ciclismo en pista.
Fue de tal magnitud aquella mega inauguración, que el Ferrocarril Pacífico bajó el precio de los boletos para que llegaran los deportistas y los andenes de la estación se atestaban de sanjuaninos para recibirlos.
El estadio abierto fue testigo luego de grandes momentos, con el paso de los años. Allí jugó el Santos de Pelé, se disputaron partidos de la Copa Beccar Varela, se presentaron Boca, Diego Maradona y los Pumas. En el velódromo se cansó de ganar un tal Vicente Chancay y ya cuando se acopló el estadio cubierto, pasaron mundiales de hockey, de vóley, pelearon Nicolino Locche, Monzón y hasta jugaron al tenis Nalbandian y Gastón Gaudio.
Sin embargo, el estadio abierto hoy no puede recibir grandes acontecimientos. Por un lado, sus dos tribunas no están habilitadas por su estado estructural. Pero además, con el tiempo, las pistas y la cancha quedaron obsoletas para eventos internacionales u oficiales. Por ejemplo la de fútbol no admite el ancho mínimo (62 m), la pista de ciclismo tiene 458 metros, contra los 250 m ó 333 m metros exigidos olímpicamente, y la de atletismo no tiene los radios reglamentarios en las curvas y sus rectas son de 100 metros, cuando deberían medir 84,39 m.
Los 85 años encuentran al coloso con más recuerdos que posibilidades de resurgimiento, pero con su gloria intacta.