�En la mayoría de sectores consultados dijeron que resulta imposible absorber los incrementos de costos, aunque hay variabilidad según el rubro. Por ejemplo en el comercio sufren una caída brusca de ventas, del 4,5% en marzo en cantidades vendidas, por lo que no pueden incrementar mucho las remarcaciones para evitar que se profundice el descenso. En otro lugar están las bodegas chicas, trasladistas, que le venden a las fraccionadoras. Esos establecimientos no son formadores de precios, ya que los mismos los fijan las empresas más grandes, por lo que tampoco pueden trasladar subas.