José apenas sabía caminar, pero esto no impidió que se subiera a los caballos y que pasara al menos un par de horas mirándolos mientras estos recorrían el predio ante el jurado. Este no fue el único niño que pasó casi todo el día disfrutando el concurso de caballos peruanos, en Albardón. El encuentro comenzó el viernes y terminará hoy con la entrega de los premios a los caballos ganadores.

Una vez más este concurso demostró que los caballos no sólo apasionan a los más grandes. Y que además de toda selección lo que más llega es el espectáculo que brinda a la gente. Y es que lo que llamó la atención durante esta edición, que es la número veintitrés, fue justamente la cantidad de niños que fue al predio ubicado por calle Sarmiento, antes de llegar a la fábrica de galletitas, en La Cañada. Además de los jueces y los jinetes que estaban ataviados de punta en blanco, no faltó el mate, el pan casero y el jamón para pasar la mañana. La mayoría de los niños se apostaron en las tribunas que colocaron en el sector Norte del predio para protegerse del Sol.

No sólo hubo lugareños en el predio. Una buena cantidad de jinetes y criadores foráneos, desembarcaron con sus familias para disfrutar del encuentro que ya se convirtió en un clásico en San Juan. No hubo que pagar para entrar y la oferta gastronómica fue variadísima. Se podía conseguir desde un panchito hasta un sánguche de jamón casero.

Para el cierre de hoy se espera la definición de los campeonatos de cada categoría y el cierre estará a cargo de Estirpe Salteña, un grupo de amazonas norteñas que realiza coreografías montadas a caballo. Así, por primera vez, desembarcarán en la provincia 20 amazonas por lo que se espera que la presentación sea más espectacular que en ediciones anteriores.