Primero organizaron un bingo para juntar dinero y construirle un horno para que pueda amasar y vender pan. Después le ayudaron a sembrar una huerta. Todos los días, las vecinas de Mabel Palacio, una mujer que está sola, sin trabajo ni asistencia estatal y tiene 5 hijos, le dan una vueltita para ver qué necesita. La mujer tiene 36 años y el padre de los chicos se fue. Como nació y creció en la Villa San Damián, donde sigue viviendo, la mayoría del vecindario la conoce desde que es chica, y es por eso que su historia conmovió tanto.
Fue Fany Cabrera la iniciadora de la campaña solidaria vecinal. La mujer, que también vive en Villa San Damián, en Rawson, fue quien detectó la situación por la que estaba pasando Mabel. "Conocí a su madre y cuando me di cuenta que estaba pasando necesidades, me puse a trabajar", contó Fany. Así, con las vecinas más cercanas organizó un bingo, mediante el que recaudaron 400 pesos. Usaron ese dinero en la construcción de un horno y en la compra de harina para que Mabel comenzara a amasar para vender. Ahora, hace unos 10 kilos de pan todos los días y lo vende entre sus vecinos. Con lo que recauda puede darles de comer a sus hijos, cuyas edades van desde 1 año hasta los 14 años. Hace unos días, Fany consiguió que desde la Municipalidad de Rawson le donaran algunas bolsas de harina para que Mabel siga amasando. Pero ella no es la única que ayuda a Mabel. Juana, otra vecina que prefirió mantener su apellido en anonimato, les lleva leche a los niños. Mientras que Enriqueta es la encargada de realizar los trámites. Hasta le consiguieron una abogada para que comience a gestionar la Asignación Universal por Hijo.
El horno no fue lo único que le construyeron los vecinos a Mabel. Además consiguieron semillas del INTA y le enseñaron a armar una huerta en el fondo de su casa. Ahora, la mujer y sus hijos cosechan acelga, zanahorias y hasta zapallitos. "Lo bueno es que a veces intercambio la verdura con algunos vecinos", contó Mabel, que vive sola con sus hijos desde hace poco más de un año porque el padre de los niños se fue. "El tiene un trabajo fijo, por eso no me quisieron dar la Asignación Familiar, pero tampoco me pasa una cuota alimentaria", agregó. Esto es lo que intentará resolver la abogada que le consiguieron los vecinos, sin que tenga que pagar un solo peso.
A Mabel siempre le dio vergüenza pedir. Y es quizás esta actitud la que conmovió a sus vecinas y que hace que la ayuden incondicionalmente. "No sería capaz ni de hacer un piquete ni de pedir en el Gobierno. Aunque sé que mis hijos necesitan estar mejor, pero ya no puedo darles más", contó Mabel.

