"Lo ideal es que se paren aquí al medio", indica un hombre de la organización. El grupo le hace caso y, poco conciente de lo que está por vivir, se sumerge en un viaje virtual que durará apenas 4 minutos pero que les erizará a todos los pelos de la nuca. Azorados, ven cómo un telón de 360 grados va bajando a su alrededor. Y con los primeros disparos de la música, comienza lo increíble: dinosaurios persiguiéndose y rugiendo, el paisaje de un Valle de la Luna lleno de plantas gigantes, y la impresión vívida de estar adentro de ese mundo que existió hace unos 230 millones de años, pero que está aquí y ahora, en este cine circular montado en el stand de Ischigualasto en la Feria Internacional de Turismo (FIT), que hoy cerrará sus puertas en el predio de La Rural, en Capital Federal.

Los ojos no alcanzan. Tampoco los oídos. La gente del público, entre ellos el gobernador Gioja, el secretario de Turismo y la Reina del Sol, giran la cabeza y el torso para poder ver todo a la vez. Mientras en un extremo de ese espacio circular emerge El Submarino rodeado de vegetación casi tropical, en el otro hay una estampida de dinosaurios, que con sus chillidos hacen que más de uno pegue el salto en su lugar. La música, una composición apoyada fundamentalmente en sus arreglos de percusión, va marcándole el pulso a esta travesía gigante.

De golpe, a todos a la vez se les abre la boca para un "oh" sorprendido. La flora exuberante ahora es un jardín de formas rocosas, sobre el manto del llano blanco y rojizo. Y los dinosaurios ya no se recortan sobre el cielo verdoso: ahora, en su lugar, son manadas de guanacos, filmadas desde un helicóptero, las que están corriendo en Ischigualasto.

Este quiebre en la historia es uno de los momentos más importantes en la proyección circular. Todos los que están adentro levantan cámaras y celulares y enloquecen para poder filmar o fotografiar, se esquivan entre ellos y no atinan a disparar, concentrados como están en las imágenes. Cuando el video termina, el volumen de los aplausos supera al de la musicalización. Y mientras el telón-pantalla comienza a subir nuevamente, ya son varios los que están comentando las escenas con los dinos y el cambio a los guanacos.

Si bien este cine es la artillería pesada en la apuesta sanjuanina en la FIT, no es el único despliegue de tecnología con el que la provincia desembarcó en Buenos Aires. Alrededor del mismo stand de Ischigualasto hay una serie de pantallas con el sistema touchscreen, para que el público juegue, haga recorridos turísticos y averigüe sobre historia y servicios. Y, como transplantados de otra dimensión, reciben a los curiosos la corporización de dos metros del Sanjuansaurus Gordilloi (el último dinosaurio presentado en sociedad y proveniente del parque) y una representación de El Hongo, de casi cuatro metros de alto, en una textura muy similar a la real.

"Esto es espectacular", había dicho más temprano el secretario de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, en referencia a los stands sanjuaninos. Es que el institucional, ubicado en el mismo salón que el del stand del Valle de la Luna pero en otra galería, también impresiona. Su perímetro está bordeado por mesas con promotores de vinos, productos regionales y destinos departamentales. Al fondo, un espacio VIP invita a sentarse en sillones blancos y degustar dulce de membrillo, quesos, aceitunas y vinos sanjuaninos. Y, como sucede en el otro stand, la prehistoria y el mundo digital conviven en armonía: dos dinosaurios de casi un metro de largo cada uno se ubican equidistantes de una serie de pantallas, también con el sistema táctil, y otras pantallas gigantes. En el piso también se advierte el esfuerzo de última generación, con pantallas que cambian sus imágenes conforme cómo uno las pise. La más llamativa es la que, a cada presión, cambia fotos de la Legislatura, el Centro Cívico, la casa de Sarmiento y la ciudad de noche; y como esas visuales aparecen cubiertas por hojas secas, el espectador debe "barrer" esa hojarasca virtual con los pies, para descubrir en su totalidad cada foto.

La fusión, como producto de promoción turística, es más que interesante: la tecnología LED, de avanzada en su iluminación y calidad de imagen casi futurista, es aprovechada para mostrar, entre otras cosas, un chivo sanjuanino asándose en las llamas en los campos de Valle Fértil.