Las llamas que se elevaban a más de cinco metros se inclinaban al Sur y quienes habían elegido estar de ese lado de la fogata debieron desplazarse. La tradicional fogata en honor a San Juan ayer tuvo un condimento especial, pues las ráfagas de viento favorecieron el fuego y le dieron mayor espectacularidad. Para muchos de los fieles anoche, el viento fue como si hubiese avivado la devoción por el patrono, en una jornada que reunió a unas 400 personas en la ex Estación San Martín.

Mientras las ramas secas de la fogata ardían de tal forma que no dejaban acercar a la gente ni para tirar las bolsitas con sal, el viento lanzaba lenguas de fuego hacia el Sur. Es más, el fenómeno hizo que se incendiara un sector de pasto seco y tuvieron que intervenir para apagarlo, sin poner en peligro a las personas. Los encargados de encender el fuego fueron el vicegobernador Sergio Uñac, monseñor Alfonso Delgado, el intendente Marcelo Lima y el sacerdote Rómulo Cámpora. Y mientras la fogata estaba en su esplendor, los danzantes hacían su ritual, iluminados por el color del fuego. Antes, la imagen de San Juan Bautista tras la procesión había sido recibida con fuegos artificiales y la actuación de la Banda de Música de la Policía.

En tanto, la noche tuvo su habitual espacio artístico, por lo que en el escenario primero se presentó Marcelo Bilbao y luego Los Iracundos por Siempre, que hicieron entrar en calor a la gente que a esa altura disfrutaba del tradicional chocolate caliente.