El titular de Agricultura elogió ayer el desarrollo registrado por el sector vitivinícola y adelantó que la presidenta tomó la decisión de “declarar al vino como bebida nacional”. “La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, ha tomado la decisión, en base a los múltiples pedidos recibidos del sector, de declarar en el Año del Bicentenario al vino como bebida nacional”, dijo Domínguez. Y agregó que “en el lapso de los próximos 30 días, la presidenta estará firmando el decreto respectivo”, ante el aplauso y las sonrisas de satisfacción de los miembros de la Corporación Vitivinícola, a cargo de ejecutar el plan estratégico del vino argentino, y del propio gobernador. Minutos antes, el titular de la Corporación, José Molina, le había entregado los fundamentos por los cuales peticionaron tal medida. “Es un ascenso social, me he criado en familia y el litro de vino en la mesa era un símbolo”, agradeció Gioja. ¿Qué significa esto en la práctica? Molina explicó que definir al vino como bebida nacional “es un reconocimiento oficial de que cuando se hagan todo tipo de eventos, publicidades y promociones, el vino va a estar. En anuncios presidenciales, de Agricultura, de fútbol, en todo espectáculo oficial”. Agregó que “esto es un espaldarazo para el sector y para el plan estratégico” e invitó a “aquellos que tienen quejas” a acercarse a los centros vitícolas “y sentarse con los miembros de la corporación”.
