"Este año ya comencé a incursionar como técnico. Me anoté en el curso y estoy dirigiendo a ‘La Gloria recargada’ que juega en la Liga de los Profesionales. Vamos a ver cómo me siento en esa función, aunque siento que tengo para varios años más dentro de la cancha".
"No me gusta estar mucho tiempo quieto. Cuando se dan los parates entre torneos me gusta hacer cosas: en mi casa por ejemplo le pusimos las puertas al placard con mi viejo. Disfruto también mucho de estar con mi señora (Natalia) y mi hija (Ana Pilar) que comenzó el jardín".
"Tuve muchos entrenadores que me dejaron enseñanzas, pero resaltar al primero: Ricardo Dillon. Cuando llegó a Desamparados en el 2003 le dio un giro a toda la estructura del club. Estaba en todos los detalles y cambió mucho cómo se manejaba Sportivo hasta ahí".