Bajo un Sol fuerte y nubes de tierra espesa, los caballos corrían frenéticos guiados por sus jinetes. Por su parte, las vacas huían despavoridas en masa y chocaban contra los alambrados del corral, tratando de escapar. Mientras tanto, los hijos y esposas de los jinetes gritaban y aplaudían cada acción. Así comenzó ayer la competencia de Aparte Campero, con la cual se busca recrear la tarea del hombre de campo que, montado en su caballo, guía el ganado hacia el corral. Hoy terminará y se conocerá a los ganadores.
En el predio ubicado en calle Mendoza, entre calles 5 y 6, en Pocito, el folclore que sonaba antes de que comenzara la competencia dejó paso al silencio. Fue cuando los dos miembros del jurado comenzaron a dar indicaciones y comentar las reglas del juego. Luego, el primer grupo de tres jinetes se colocó en la entrada del corral. En el fondo las vacas, que tenían números pintados en sus lomos, esperaban tranquilas. Hasta que el jurado indicó que debían encerrar todas las vacas que tenían el número 8, y todo cambió: los gritos y aplausos del público, ubicado a orillas del corral, se hicieron escuchar. "La cuernuda negra", gritaba uno; "el torito chico, el torito chico", indicaba otro. Todos trataban de guiar a los competidores y decirles cuáles eran sus vacas objetivo.
Así, cada vez con más entusiasmo, fue pasando cada uno de los grupos competidores, que tenían dos minutos para encerrar tres animales. Algunos lograron meter dos vacas al corral, otros una y muy pocos las tres.
Las nubes de tierra que levantaban los animales eran cada vez más grandes y los gritos y el entusiasmo también iban en aumento. Hasta que un competidor se cayó e hizo que se escuchara un coro de voces diciendo "¡dale, levantate!"; el hombre, entonces, logró volver a subirse al caballo y encerró una vaca más.
Así pasaron los 7 grupos, que compitieron para clasificar al Campeonato Regional de Cuyo. Hoy, desde las 9:30, se realizará el mismo campeonato, pero clasificatorio para el Campeonato Nacional.

