Al salir del edificio, el cura le dijo a los periodistas que “este veredicto salomónico, este empate, no tiene ningún fundamento” y volvió a reiterar su inocencia. Mientras un grupo de seguidores lo avivaban, Grassi dijo: “Este juicio era para todo o nada. No me voy a sentir libre, porque libre sería estar totalmente absuelto”. Mientras, afuera de los Tribunales de Morón, en Almirante Brown y Colón, partidarios y detractores de Grassi se apostaron desde temprano con banderas alusivas, bombos y megáfonos. Por la tarde, tras la lectura del fallo, los grupos se enfrentaron lo que motivó la intervención de la policía, que detuvo a algunos de los manifestantes.
