Por una resolución del Ministerio de Educación provincial, el Programa de Chagas pudo comenzar a hacer controles sobre la enfermedad provocada por la vinchuca en las escuelas de Nivel Primario, en 1998. En esa primera etapa, con estos análisis y los realizados en la Red de Laboratorios, se detectaba unos 40 chicos enfermos por año. Ahora, en cambio, hallan menos de 10 casos. Así, se marca una merma del 75 por ciento.

Según Rubén Carrizo Páez, a cargo del programa, la disminución en la cantidad de niños enfermos “tiene que ver con que ahora la presencia de la vinchuca está controlada. Por eso, en general, cada vez hay menos personas que se enferman”.

A su vez, el médico detalló que en 15 años controlaron 50.000 niños. Y se detectó que 300 padecían el mal, de los cuales, 240, es decir, el 80 por ciento, logró que el parásito desapareciera de su sangre tras someterse a un tratamiento.

“Los análisis que realizamos en las escuelas son muy importantes. Esto porque en la mayoría de los casos, durante la infancia, el Mal de Chagas no provoca síntomas, por lo que es difícil de detectar. Y es necesario encontrar el parásito temprano, porque la enfermedad sólo se puede negativizar con el tratamiento cuando se realiza a menores de 14 años”, explicó el médico.

Carrizo Páez detalló que en estos casos es fundamental la participación de las docentes, que se capacitan para hablar con los padres y obtener las autorizaciones para controlar a los niños. Además, contienen a los alumnos y asesoran a las familias en el desarrollo del tratamiento.

Estas campañas fueron tan exitosas que piensan extenderlas a las secundarias. “Si bien no se ha detectado casos de negativización de la presencia del parásito en mayores de 14 años, sabemos que los adultos que hacen el tratamiento logran no padecer las enfermedades cardíacas o digestivas que puede provocar el Chagas”, explicó Carrizo Páez.