Aunque parezca indignante y llame la atención de muchos, el caso de Ramón y José Ibáñez, los hermanos discapacitados que fueron abandonados por su mamá, no es el primero ni el único de San Juan. Las páginas de DIARIO DE CUYO reflejaron a lo largo de su historia la situación de muchas personas que vivían en estado de abandono y que fueron ayudadas. Contando a los hermanos, en los últimos 5 años (desde mediados de 2010 hasta hoy) hubo 5 casos que conmocionaron a los sanjuaninos y que aún siguen siendo recordados: una exdirectora de escuela de 90 años, 3 menores de edad que se creía que tenían sarna y dos adultos esquizofrénicos fueron los protagonistas.

Al hablar de personas en estado de abandono, la memoria colectiva hace recordar al caso de los hermanos Mondaca, que se dio en 1997. Este caso conmovió a la opinión pública de la provincia durante muchos años y aún sigue latente. Sobre todo cada vez que un nuevo caso sale a la luz, como ocurrió anteayer con los hermanos Ibáñez, que sobreviven en Chimbas gracias a la ayuda que algunos vecinos les dan. Y como ocurrió con los Mondaca, desde mediados de 2010 ocurrieron varios casos, sin embargo hubo 5 (incluido el de los hermanos Ibáñez) que generaron mayor conmoción.

UNA EXDIREDCTORA
Se conoció en junio de 2010 y fue muy llamativo. Elsa vivía en estado de abandono a pocas cuadras de la plaza 25 de Mayo.La mujer, que tenía 90 años, vivía tirada en el suelo, entre la basura y acompañada solamente por sus gatos, quienes se habían adueñado de casi toda la vivienda. Era de Iglesia, se había jubilado como directora de escuela y quedó sola luego de perder a su marido y a su único hijo. Con una lucidez mental que asombraba, la mujer contó que dormía en un colchón en el piso rodeada de desperdicios y heces de sus gatos, por lo que el olor nauseabundo invadía el lugar.

No caminaba y por eso se arrastraba por el suelo. La mujer pedía comida por teléfono y si necesitaba asistencia acudía a los bomberos, quienes la ayudaban a movilizarse y a quienes Elsa les repetía una y otra vez que no quería por nada abandonar su hogar. Finalmente, por orden judicial, fue llevada primero al Hospital Marcial Quiroga y después al Hogar de Ancianos.

LOS NIÑOS DE CAUCETE
En octubre de 2013 se dio a conocer otro caso que tuvo mucha repercusión, ya que se trataba de niños que vivían en estado deplorable. En Caucete, tres hermanitos de 11 meses, 2 y 4 años fueron encontrados por la Policía sucios, golpeados y con un aparente cuadro de sarna. De inmediato, los menores fueron trasladados al Servicio de Niños del Hospital Rawson, donde constataron que no se trataba de sarna, sino de una infección en la piel producto de las pésimas condiciones en las que vivían. Comían, dormían y pasaban las horas tirados en el piso de tierra, rodeados de perros enfermos y basura. Después de que los menores fueron rescatados de ese ambiente, tanto el padre como la madre de los niños quedaron detenidos luego de declarar ante la jueza correccional Mónica Lucero. La magistrada dijo que los detuvo porque no tenían una versión clara de qué había sucedido y por qué sus hijos se encontraban en ese estado.

Días después, los tres menores fueron dados de alta, pero quedaron en manos del Estado, en un hogar de Desarrollo Humano. Por su parte, luego de permanecer en prisión acusados de lesiones menores contra sus hijos, los padres de los pequeños quedaron en libertad, mientras la Justicia determinaba si los pequeños podían volver con sus padres o eran dados en adopción.

ENFERMA Y SOLA En julio del año pasado, otro caso fue noticia. Un llamado al 102 alertó al personal de Desarrollo Humano, que se dirigió hasta la dirección que les indicaron y una vez que llegaron a la casa de Santa Lucía se encontraron con Nora Castro. La mujer de 58 años vivía en condiciones deplorables en una habitación en el fondo de la casa de su hermana.

Nora tenía un pasado y un presente marcados por el dolor. Fue abandonada por su madre al momento de nacer y fue dada en adopción. A los 40 años le diagnosticaron esquizofrenia y desde allí se encerró en una habitación. No quería medicarse y por eso su salud fue empeorando.

En el lugar donde la hallaron sólo había muebles rotos, un bidet y basura alrededor. Al no tener un baño hacía sus necesidades en ollas o en cualquier rincón del lugar, por eso el olor en la pieza era insoportable. La mujer se negaba a que alguien ingresara al lugar para asistirla y había momentos en que se ponía violenta. A tal punto que su hermana le dejaba comida por la ventana. Después de que este caso saliera a la luz, Nora fue llevada al Hospital Mental de Zonda para seguir con un tratamiento.

DANIEL, EL QUE METÍA MIEDO
En junio del año pasado, salió a la luz la historia de Daniel, de 33 años, que es esquizofrénico y que estaba en completo estado de abandono en una construcción, en Concepción. Este caso fue denunciado a DIARIO DE CUYO por los vecinos, que le tenían miedo. Es que nadie sabía cómo había aparecido en el lugar, ni tenían datos de él. Pero al principio los vecinos de la zona lo ayudaron con ropa y comida. Sin embargo, con el paso de los días el hombre empezó a tener actitudes que atemorizaban a todos: arrojaba piedras, rompía objetos, pateaba puertas, se desnudaba y hasta se masturbaba frente a las mujeres. A los días de que el caso se diera a conocer, el hombre fue trasladado al Hospital Mental de Zonda. Desde allí informaron que Daniel ya había ingresado a ese lugar hacía 10 años, pero que pese a las altas médicas al menos una vez por año regresaba. No tenía familia, su madre había muerto y sus hermanas no se hacían cargo, por esto no descartaban que volviera a vagabundear. De hecho, a los días volvió a la construcción, donde aún duerme.