Otro brutal crimen con trasfondo pasional que también terminó con tres condenados a perpetua, fue el caso de Oscar Elizondo que fue asfixiado y quemado en su camioneta la noche del 22 de abril de 1991 en la zona del Quinto Cuartel, Pocito.
La víctima era un comprador y vendedor de aceitunas y fue asesinado por orden de su esposa María Funes y el amante de ésta, Vicente Olmos. El ejecutor fue Alejandro Camacho, amigo de la mujer, quien llevó engañado a Elizondo un lugar desolado. Ahí lo golpeó, lo asfixió y lo subió a su camioneta para luego prenderle fuego. El 17 de septiembre de 1992, a los tres le dieron perpetua.
