Agarró por sorpresa a todos. El músico colombiano se dirigió desde el hotel que se alojaba hasta el Parque de Mayo para hacer la prueba de sonido, previo al recital, subido a una bicicleta.

La famosa canción de Carlos Vives dice "Lleva, llévame en tu bicicleta, quiero que recorramos juntos esa zona desde Santa Marta hasta la Arenosa", pero esta vez, el colombiano se puso a pedalear, desde Ignacio de la Roza hasta el Estadio Cantoni, tomando algunas calles en contramano. Efectivamente, la sorpresa y la nota de color la dio el cantante de manera sorpresiva en la siesta de ayer, por la ciudad montando una bicicleta de paseo de color blanca.

El trayecto comenzó desde el Hotel del Bono Park, donde estuvo alojado, bajó por los ascensores del complejo hasta el estacionamiento del subsuelo. Desde allí y acompañado por miembros de su staff, se subió a la bici y emprendieron el viaje hasta el Estadio Parque de Mayo para asistir a la prueba de sonido. Las cámaras de DIARIO DE CUYO estuvieron presentes en el momento y el colombiano se dirigió al lente y expresó: "La gente es cariñosa.

La escena puede remitirse a algo cotidiano: un hombre andando en bici por las calles de San Juan, pero pocos advirtieron que se trataba de Carlos Vives en persona.

San Juan es muy hermoso. Va a salir el sol esta noche". Al salir del estacionamiento, por la parte trasera, desde el Lateral de Circunvalación Oeste, en contramano, cruzó la avenida Central hasta el otro tramo del lateral, en sentido norte hasta la avenida Del Libertador. Al transitar por el boulevard, algunos curiosos y personas que casualmente caminaban por ahí apenas podían reconocerlo, ya que la estrella iba vestido informalmente con una remera negra, de mangas y pantalones cortos, una gorra y lentes oscuros.

Alegre y con buena onda, se tomó pacientemente a saludar a los admiradores que lo esperaban a la salida del hotel.

A unos les llamaba la atención y en el instante que se daban cuenta de la situación aprovechaban rápidamente a sacarse fotos. Por su parte, Vives estuvo de muy buen humor, sonriente y bajaba la velocidad para pasear un poco más. Al llegar a la intersección de calle Matías Zavalla Norte, dobló en contramano hasta San Luis y desde ese punto descendió hasta Urquiza. Cuando se acercó al ingreso del predio, lo esperaban los fans. Vives se bajó, saludó y se sacó fotos con todos. 


"¡Nunca cambies Carlitos!", le dijo contento un hombre mayor y le dio unas palmadas en la espalda. "Gracias a ustedes por la invitación", le retrucó el colombiano y soltó muy alegre: "¡Lo que no sabían era que iba a llegar en bicicleta!". "¡Es él! ¡Es Carlos!", habían gritado un grupo de chicas al reconocer de quién se trataba. No dudaron un segundo para juntarse con él a tomarse selfies.