Las víctimas del sismo entran a los supermercados afectados por el sismo, en busca de comida que se encuentre en buen estado. La situación no deja de ser preocupante, incluso para el extranjero. Por eso, el Departamento de Estado norteamericano aconsejó ayer a los estadounidenses que se abstengan de visitar las zonas más afectadas por el sismo.