Miden 7 centímetros y ya caminan por el Parque Faunístico. Son un pato, un faisán y dos pavos reales, las primeras aves que nacieron en este lugar gracias al uso de una incubadora. Iván Simoncelli, responsable del parque, contó que si bien cuentan con esta tecnología desde hace tiempo, esta es la primera vez que algunos huevos llegan a convertirse en aves gracias al aparato. Estos nacimientos forman parte Plan de Manejo Reproductivo que se comenzó a implementar para controlar la natalidad de las distintas especies.

La incubadora digital cumple la función de la hembra. De manera automática, después de haber sido programada, controla la temperatura de los huevos, la humedad y hasta los rota, como lo haría la madre dentro del nido. ‘Son animales que no se reproducen en cautiverio. Antes teníamos que recurrir a gallinas u otras aves para que se sentaran sobre los huevos, pero ahora con la incubadora manejamos todo nosotros‘, dijo el Simoncelli. Explicó que la máquina se programa según la especie que se coloque y se controla todos los días, el peso del huevo y su evolución.

Este sistema comenzó a aplicarse para controlar la natalidad dentro del Faunístico y servirá para reproducir otras aves y hasta reptiles. ‘Ahora sólo haremos reproducciones dirigidas con patos, pavos reales y faisanes, porque de otras especies produciríamos una sobrepoblación‘, dijo.

Otro de los beneficios que tiene este sistema de incubación artificial, es que a futuro permitirá asegurar el cuidado de los huevos de diversas especies, que son decomisados por la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable y que son derivados al Parque Faunístico.

Simoncelli explicó que la incubadora les da la posibilidad de colocar hasta 100 huevos de gallina (similar tamaño al del pavo, pato y ganso). Si desean reproducir ñandúes, la máquina permite meter como máximo 12 huevos y también entran hasta 300 de codorniz. Si bien cada especie tarda su tiempo, el veterinario explicó que como mínimo se debe esperar 28 días para un nuevo nacimiento.