En el 2004, en la iglesia Catedral detectaron un hecho sin precedentes. Robaron hostias consagradas y hasta dejaron un mensaje satánico escrito en la pared. Los copones estaban en la cripta del subsuelo. Esta no fue la única situación misteriosa que sucedió en el templo. ‘Padre muerto que estás en el infierno, maldito sea tu espíritu‘, fue lo que escribieron en el sagrario.