Llegaron en patota. Coparon desde el viernes la plaza municipal y el centro de San Agustín. Ocuparon toda la plaza hotelera de Valle Fértil y ya el sábado al mediodía partieron hacia Ischigualasto. Mil fueron exactamente los participantes que llegaron a participar del VII Desafío Ischigualasto.

Hubo de todo, pero sin dudas los más numerosos fueron los deportistas chilenos. Haciendo poco ruido pero demostrando la hermandad que hay con los argentinos, la delegación de Chile fue la mayor de los grupos foráneos. Desde Salamanca y Santiago venían la mayoría. Otros, menos numerosos no se hacían notar pero en su tonada hacían saber que pertenecían al país limítrofe. O con una bandera con los colores de su país colgada en los vehículos, los turistas devenido en competidores, realizaban los precalentamientos previos a la competencia y de paso, intercambiaban opiniones con los sanjuaninos.

Claro que no fueron los únicos, también hubo de México. Mireya Paredes Ramos llego desde ese país debido a que su pareja, Sergio Acosta es vallista y la convenció para participar. Juntos compitieron en duatlón. Los locales, que tuvieron como novedad, mostrar en su pelotón a casi un centenar de vallistas, recibieron de la mejor manera a los foráneos. De La Plata, de Tucumán, de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y también de Uruguay llegaron atletas, que al igual que el resto, se fueron encantados con el Valle de la Luna, y claro, prometieron volver para la octava edición.