El estadio se vió colmado con alrededor de 6.000 almas que fueron a alentar al Azul y festejaron el triunfo. La cancha se vistió con trapos colgados a la vuelta en apoyo al equipo. Pero no todo fue festejo ya que en el entretiempo hubo incidentes que empañaron la alegría. Gente que arrojaba piedras desde afuera del estadio, y viceversa. La policía hizo disparos de goma, afuera. Y desde la popular norte salió un hincha con el rostro ensangrentado debido a que una bala de goma había impactado en su mejilla derecha. Debido a esto, hombres y mujeres se retiraron de ese sector, con niños pequeños en sus brazos. Otra muestra de esto fue una oficial de la policía que tenía un ojo morado. El entretiempo terminó y con ello los incidentes por lo que se pudo finalizar el partido con total tranquilidad.