Instalado en el terreno se puede llevar un registro completo de los datos de niveles freáticos.

El instrumento es capaz de medir en forma continua con frecuencias de muestreo determinadas por el usuario. Por ejemplo, cada 1 minuto, 1 hora, 1 día, etc. Estos datos se almacenan en memoria sólida. Las enseñanzas que hemos aprendido después de 2 años de observar en forma científica rigurosa la variación de los niveles freáticos con el tiempo es que estos niveles nos son “mansos” como algunos pueden creer, ni tampoco que las recargas provienen del dique de Ullum o la cordillera, sino más bien que los niveles pueden variar desde centímetros hasta metros en razón de pocas horas o días según las recargas artificiales provocadas por el riego en exceso en las mismas fincas bajo riego en el valle de Tulúm. Este efecto de recarga potenciado con el mal diseño de los drenes parcelarios y principales y/o su mal mantenimiento puede acentuar en algunos sectores el tan indeseado ascenso descontrolado de las napas freáticas.