A toda persona que sintió cerca le preguntó ’¿cómo me veo? ¿estoy bien?’, mientras que nerviosa se acomodaba los guantes blancos a la espera de protagonizar un hecho inesperado. Daiana Di Febo, una nena ciega de 11 años, se convirtió en la abanderada de la Bandera Provincial en la Escuela Independencia Argentina, por decisión de sus propios compañeros. La eligieron ‘mejor persona‘ por sus valores y voluntad para estudiar. Así obtuvo la posibilidad de portar esta bandera para lo que no se tiene en cuenta el promedio, sino el comportamiento y la actitud de vida. Ayer se realizó el acto escolar donde Daiana recibió el estandarte ante la emoción de toda la comunidad educativa.
Siempre se ríe y les trasmite alegría a los demás. Nunca se queja ni aún cuando tiene que pasar a Braille muchas tareas para poder estudiar. No dice malas palabras ni falta el respeto. Y si algún compañero se siente mal, es la primera en ofrecerle ayuda. Así describieron los alumnos de 6to A y B a Daiana Di Febo, especialmente Axel González, su mejor amigo y el que se encarga de tomarla del brazo y acompañarla a todos lados. ’Es muy buena amiga, por eso me puse muy contento cuando la elegimos como mejor persona para que pudiera ser abanderada. Lo más lindo es que siempre te escucha con mucha atención cuando le contás algo’, dijo el nene.
Daiana nació con menos de 7 meses de gestación, con un peso de 950 gramos y con disminución visual. Estuvo en Terapia Intensiva por tres meses, tras el alta sufrió un cuadro de presión ocular y perdió la vista por completo en uno de sus ojos. Con el otro sólo puede escasamente distinguir la luz de la oscuridad. Pero su voluntad pudo más que este impedimento. ’Siempre fue muy curiosa y con ganas de aprender todo. Estuvo en la Escuela Braille hasta que aprendió a leer y escribir con este sistema. Después fue a la escuela normal y nunca repitió. Además, gracias a Dios, está muy bien de salud’, dijo Yésica Di Febo, mamá de la alumna.
Daiana se acostó tarde la noche del jueves pasado. Pasó varias horas repasando con su dedo una y otra vez las palabras que debía decir en el acto y que tenía escritas en Braille. Pero los nervios la traicionaron cuando llegó el momento. Ya con la Bandera Provincial en su poder comenzó a recitar lo estudiado, pero por unos segundos se quedó en silencio tras olvidar parte de lo que tenía que decir. Fue entonces que los presentes comenzaron a aplaudir para alentarla lo que hizo llorar a su madre y a las maestras. ’Me siento tan contenta que no sé qué hacer. También estoy muy orgullosa porque mis compañeros me quieren mucho. Ahora que soy abanderada me dan más ganas de seguir estudiando para ser locutora de radio cuando sea grande. Soy hija única así que siempre me esfuerzo para darle alegría a mi mamá. Creo que este es el mejor regalo de Navidad que le pude dar hasta ahora’, dijo Daiana.
Siempre con su amigo Axel tomándola del brazo, la nena se preparó para vivir otro momento inolvidable: desfilar portando la Bandera Provincial. Lo hizo sin titubear y a paso firme, con la frente en alto y ante el aplauso entusiasmado de todos.

