Hace doce años se fue de San Juan vestido con jean y camisa, con sólo 20 años de edad. En unos días volverá con un pantalón negro, camisa negra, el clériman, ese cuello blanco característico de los sacerdotes y una estola. Es Emiliano Pirán, un sanjuanino que fue ordenado sacerdote vocacionista hace algunos días en Italia, regresará y dará misa en las iglesias en donde afloró su vocación: la capilla del Barrio Huazihul y la del Aramburu.

La alegría que hoy siente la comunidad de la parroquia Madre de Dios, en barrio Aramburu, se debe a que celebrará misa un joven que se formó en el catolicismo allí y regresará estrenando sotana, ya con los votos de pobreza, castidad y obediencia definitivos. Las misas serán el 11 de octubre en la capilla del barrio Huazihul a las 20 y al día siguiente en Madre de Dios, a la misma hora.

Quienes conocen a Emiliano lo describen como un joven alegre que siempre estuvo ligado a la religión. Aunque aquellos compañeros con los que se graduó como Técnico en Energía Solar no lo hayan imaginado.

Emiliano, el mayor de 4 hermanos, fue ordenado sacerdote el fin de semana pasado en la localidad de Pianura, en Nápoles, lugar donde se encuentra la casa madre de los sacerdotes vocacionistas, congregación a la que pertenece. El sacerdote siempre fue un chico estudioso y al mismo tiempo en que se recibió de técnico en el Secundario, también se graduó como profesor de Inglés, algo clave para su historia. Es que, cuando llegaron sacerdotes vocacionistas a la provincia, Emiliano ofició como traductor en la parroquia de Marquesado. Allí estuvo el padre Esmeregildo, un nigeriano que dirigió la congregación mientras estuvo en San Juan. Este sacerdote le hizo ver al sanjuanino la vocación, por lo que decidió ingresar durante dos años a la congregación en la provincia.

La vida de Pirán siempre estuvo ligada a la Iglesia y no sólo por enseñar catequesis desde los 13 años, sino porque hasta eligió el Día de la Virgen para tomar la decisión de irse a la congregación mayor en La Plata.

En 2013 Emiliano fue ordenado diácono y desde entonces tiene dos capillas a cargo en La Plata y da clases en la congregación.

‘Estamos ansiosos esperando que venga. Le compramos algunos regalos‘, contó Rosario, la tía a la que le pidió ser catequista.

Desde hace dos semanas el sanjuanino se encuentra en Italia y estuvo en dos audiencias públicas con el papa Francisco. Mañana regresará a la Argentina, y su mamá viajará a esperarlo ya que nadie pudo ir al Viejo Continente para la celebración, por lo que la alegría y ansiedad por verlo será desmesurada.