�La industria automotriz argentina es ‘Brasil dependiente‘. Su funcionamiento está basado en poder exportar al menos uno de cada dos vehículos que se producen en el país, y de esos vehículos que se exportan, Brasil es el destino de más del 80%. Pero en los últimos años ese sistema está crujiendo de manera peligrosa: en parte por la recesión brasileña, aunque también por la pérdida de competitividad de los vehículos argentinos. Durante 2014 las exportaciones cayeron en 75.000 unidades (un 17%) y otras 74.000 unidades más el año pasado.
Sólo durante los primeros dos meses de este año, la caída de las exportaciones fue de casi 14.000 unidades (43,3%), en comparación a igual período de 2015. (Fuente: iprofesional.com)
