Extendiéndose desde el Arco del Sol hasta las tribunas y cubriendo casi 4.000 m2, el escenario que se está montando en el autódromo El Zonda-Eduardo Copello será enorme. Su diseño intrincado complica aún más las cosas. Y a eso se suma que estará hecho íntegramente de tierra. Como consecuencia, su armado demanda una tarea ardua que está siendo realizada por 20 personas, quienes trabajan todos los días 9 horas usando 9 máquinas y camiones de distintas características. Todo, para llegar a tiempo al show de cierre de la Fiesta del Sol, el próximo 22 de febrero.

El pasado 20 de diciembre las máquinas de la Dirección Provincial de Vialidad y las de la Dirección de Arquitectura se pusieron en marcha y su tarea no se detuvo más. El trabajo comienza todos los días a las 5.30, con un aguilón con el que se saca la tierra de los cerros que rodean el autódromo y luego se usa para armar la base sobre la que desfilarán las candidatas a Reina y actuarán 399 personas. En la montaña, la tierra es clasificada. La parte más fina se guarda para ser usada como última capa de cada sector y la gruesa se lleva en camiones hasta la zona del escenario y se deposita. En ese momento entra en acción la motoniveladora, que esparce el material para dar paso al camión regador, que termina de asentarlo. Mientras, los arquitectos analizan un plano e indican dónde irá la próxima camionada. El proceso es largo y se repite una y otra vez, todos los días, hasta las 14.30.

Según comentó Daniel Carrizo, inspector de Vialidad, ya están terminando de armar los terraplenes del escenario mayor y pronto podrán comenzar a armar el escenario central y los tres secundarios (dos de ellos circulares y uno cuadrado). Además de las pasarelas, rampas y escalinatas que los conectarán. “La tarea se inició con la construcción de los terraplenes del escenario principal, que tienen diferentes niveles que van desde los 70 cm hasta los 4,50 metros de alto. Para armarlos hemos ido formando capas de 25 cm que luego son compactadas”. Y agregó que “ya colocamos más de 1.000 camionadas de tierra, es decir, unas 4.000 toneladas. Cuando finalicemos habremos usado unas 10.000 toneladas”.

Los trabajadores deberán terminar la tarea durante la primera semana de febrero. En ese momento, se comenzará a recubrir los terraplenes para que queden tal como está estipulado en el diseño. Muchos sectores serán recubiertos con piedra caliza, se colocará la pantalla de LED que simulará una cascada en el frente del escenario principal y el puente colgante y las dos raíces esculturales que representaran árboles. De ese modo, la aldea inca que se pretende representar tomará forma definitivamente y estará lista para la presentación del show “Raíces de libertad. Latinoamérica, la patria grande”.

Pero la tarea no terminará allí. Después del festejo, los trabajadores tendrán que volver al lugar y desarmar todo. “La tierra será reutilizada para cubrir huecos que hay en los cerros y armar dos playas para los espectadores que lleguen al autódromo en dos sectores diferentes”, adelantó Carrizo.