Dos cuadras antes del templo ya se pudo ver a San Expedito. Estaba en un altar sobre un carro de 4 ruedas que usaron para trasladarlo durante la procesión. Fue para mantenerlo a salvo de caídas provocadas por la multitud de fieles que se acerca a tocarlo cuando lo llevan sobre los hombros. El año pasado la imagen del Santo se rompió por esta causa. Según la Policía, unas 16.000 personas, 1.000 más que en el 2015, participaron de la peregrinación que se realizó ayer en Bermejo, Caucete.
Los fieles se acercaron al carro con intenciones de tocar la imagen de San Expedito, pero no la alcanzaron. Se conformaron con dejar las flores y velas a los pies del altar donde la colocaron. También optaron por quedarse al lado del vehículo para peregrinar la más cerca posible del Santo, aunque sólo unos pocos pudieron hacerlo. Es que la procesión esta vez sólo duró 13 minutos a diferencia de otros años donde la duración fue de casi una hora.
La rapidez tuvo dos motivos. Por un lado la marcha fue más rápida al trasladar la imagen en el carro, ya que las calles del pueblo tienen declive y los encargados de empujarlo no pudieron frenarlo para que fuera a una velocidad de paso de hombre. Por otro, sólo se hizo la mitad del recorrido acostumbrado. Debido al frío y a la polvareda que generó el viento, monseñor Delgado decidió acortar el camino de la peregrinación para que la gente pudiera participar de la misa y volver a sus casas cuanto antes.
Comenzó la celebración y muchos fieles aún no habían llegado hasta el escenario dónde se llevó a cabo. Fue tanta la cantidad de devotos que el arribo de todos a la misa fue demoroso.
