Las largas filas de ingreso o la cara de cansancio en la gente no se percibió ayer como en años anteriores. Y es que según el subcomisario Gustavo Caño, de la Policía de San Juan, esta vez el público optó por venir antes de que abran las puertas de ingreso. Por eso no hubo tanta espera, ni se produjeron grandes embotellamientos.

“Hicieron un poco de cola antes de las 16, cuando se abrieron las puertas, pero luego fue más rápido”, dijo el efectivo, aunque aclaró que hubo varios momentos en los que sí hubo que esperar para el ingreso a las sillas o al cerro. Según Caño, esto ocurrió cuando llegaron al Autódromo los colectivos gratuitos. Es que el peso que llevaban, por la cantidad de gente, hizo que la subida al cerro fuera lenta. “Además hubo varios vehículos que colisionaron pero fueron toques leves y hubo otros que debieron ser ayudados a subir con grúas”, dijo.

Y aunque la gente ingresó por Ignacio de la Roza, como estaba previsto, no se respetó la división de carriles que informó Turismo: el de la izquierda para los que tuvieran entradas y el de la derecha para los que iban a cerro. Sin embargo Caño dijo que todo fue muy ordenado.