�El proyecto de Desarrollo y Fortalecimiento del Autopartismo convertido en ley ayer por los senadores establece el reintegro de lo que una terminal automotriz invierta en la compra de autopartes nacionales, mediante un bono que servirá para cancelar cualquier impuesto nacional, y establece un tabla por la cual el reintegro parte del 4 por ciento (si el vehículo tiene el 20 por ciento de partes nacionales), llega al 10 por ciento (si el componente argentino alcanza al 30 por ciento) y asciende al 15 por ciento (cuando las piezas locales llegan al 40 por ciento).
La ley tuvo como principal impulsor a Oscar Romero, diputado nacional del bloque Justicialista y dirigente del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA). Esta iniciativa que ayer aprobaron definitivamente los senadores, además de contemplar a los fabricantes de automóviles, vehículos comerciales livianos, camiones y ómnibus, hace lo propio con los de maquinaria agrícola.
Además, la norma permite la adhesión de las provincias (por lo cual los referidos bonos se podrán utilizar para cancelar impuestos provinciales) y establece un ‘Contenido Mínimo Nacional‘ del orden del 30 por ciento para los productos de las automotrices sujeto a control del Estado.
Sobre la ley de autopartes, y en particular la suya que apunta a la maquinaria agrícola, Omar Perotti destacó que ambas permitirán a ‘muchos sectores estratégicos atraer inversiones‘ y contar con ‘plazos, continuidad y seguridad jurídica‘.