Mientras los papás se colocan los guantes y los barbijos para lavar los baños, los médicos controlan a los pequeños. Y aunque están fuera de sus viviendas, el objetivo es que todos colaboren para mantener en condiciones los pasillos y las aulas. Por eso el olor a lavandina y desinfectante se percibe a la distancia. Es que debido a la cantidad de gente que permanece evacuada, y que lo hará por tiempo indefinido, los médicos y los enfermeros son estrictos con el tema de la limpieza. Y todo porque en las tres escuelas de la Sarmiento aún quedan unas 400 personas evacuadas. Según la encargada de los centros de salud que se montaron en los establecimientos, la escuela Félix Aguilar tiene distribuidas en sus aulas 229 personas; en la Escuela Victorino hay 120; y en la de Tres Esquinas, más de 50 personas. Estas personas reciben almuerzo y cena que reparte el municipio, sin embargo hay algunas familias que cocinan ahí porque se llevaron todos los muebles.