Pocas cosas en la provincia fueron tan postergadas y tuvo tantos anuncios fallidos como la ex Sasetru. Pasaron 28 años para que la fábrica de galletitas empezara a producir. Desde que se anunció su construcción en el ‘76, tuvo una tras otra postergación. Primero, el grupo empresario construye la nave, compra las máquinas pero la Nación no cumple con el régimen de promoción que le otorgaba beneficios impositivos. Más tarde, en el ‘83, con Bravo como gobernador, hubo una intentona por ponerla en funcionamiento, pero fracasó. A mediados de los ‘90 y con la promesa del entonces presidente Carlos Menem, volvió a tomar fuerza la opción de que comience a funcionar. En el ‘97, Dilexis adquiere la fábrica en un remate e invierte 5 millones de pesos para poner a punto el complejo. Pero recién en el 2003, con Gioja como presidente provisional del Senado consigue un cupo fiscal; y un año después, el 25 de marzo, Néstor Kirchner deja inaugurada Dilexis, donde el momento quedó retratado en una foto histórica: la famosa imagen de Kirchner comiendo la primera galletita.
