Luis Quiroga está casado y es papá de Juan Cruz (8) y Ana Paula (4). Y detrás de su amor por la medicina, el chimbero tiene otra pasión: la música. “Me encanta el heavy metal, el metal gótico y el death metal. Es más, cuando puedo y vienen buenas bandas, no me pierdo los recitales. Ahora fui a ver a AC/DC y a Metallica”, contó. Pero su fanatismo por esta música va más allá, porque hasta hace un tiempo tomaba clases de batería. “La falta de tiempo me impidió seguir practicando. Igual, creo que mi familia me mandaba al Borda (hospital mental) antes de que pudiera llevar la batería a casa”, bromeó.

Luis vivió en el barrio Santo Domingo y de chico practicó judo en esa unión vecinal. De buen comer, confiesa otra intimidad: el apodo de los cirujanos en el hospital. “Nos dicen los Pirañas. Imaginate, después de operar 12 horas seguidas, salimos y nos comemos todo. Es más, cuando vamos por los pasillos, los otros médicos empiezan a esconder la comida”, relató sonriendo.