Aunque se había anunciado que si no morían más animales, el Parque Faunístico de Rivadavia volvería a abrir sus puertas el miércoles 7 de diciembre, la nueva gestión municipal que encabeza la intendenta Ana López de Herrera y que acaba de asumir, decidió no reabrirlo hasta que no estén los resultados de los análisis que están haciendo en Buenos Aires.

Señaló además que se investigará por qué pasó esto con los animales.

“Sería un riesgo muy grande abrir sin que el resultado de los análisis nos confirme lo que pasó. Y con los resultados en la mano tendremos que evaluar también por qué pasó lo que pasó con los animales, para que no vuelva a suceder. No vamos a correr riesgos con la salud. Si hay que cambiar algo para que todo funcione mejor y más seguro, también lo haremos”, explicó la intendenta.

Hasta ahora, el Parque Faunístico de Rivadavia había funcionado bajo la órbita de la Dirección de Turismo municipal, que estaba a cargo de Eduardo Burgos. Pero al producirse el cambio de mando de Elías Alvarez a Ana López de Herrera, hubo cambios en el organigrama funcional y el parque cambió de dependencia. El propio Eduardo Burgos reveló que ya se había hecho entrega del inventario y documentación a los nuevos funcionarios, pero que desconocía quién estaría a cargo del parque. Al respecto, la nueva intendenta explicó que desde ahora habrá solamente tres secretarías en el Gabinete: la de Obras, Servicios y Medio Ambiente, la de Desarrollo Sustentable y la de Administración General.

“En el caso del Faunístico, habrá trabajo en conjunto, pero el área pasará a depender de Desarrollo Sustentable, a cargo de Sergio Garay. Por debajo de él, el parque será de la órbita de la Coordinación de Desarrollo Productivo, con Gustavo Sánchez al frente. Mientras vamos ajustando algunas cosas, quien estará a cargo por ahora será el veterinario, Iván Simoncelli”, dijo López.

El Parque Faunístico ya lleva 17 días cerrado, durante los cuales fallecieron 6 burros, 1 potrillo y algunas aves, afectados por algún tipo de enfermedad que afecta el sistema nervioso y que es contagiosa. Y si bien no se tiene la certeza de cuál es la patología, la hipótesis, por los síntomas de los animales, es que se trata de Encefalomielitis equina, una enfermedad infecciosa que se puede transmitir a las personas.