Viajó toda la noche desde Córdoba para pasar unos minutos por el santuario. Rita apenas puede caminar. Pero ni la distancia ni su dificultad física le impidió participar ayer de la fiesta central de las patronales en honor a San Expedito. Al igual que ella, otros fieles llegaron al Bermejo, un pueblito ubicado en medio del desierto caucetero, pasaron frío, calor, durmieron en el suelo, estuvieron varios días acampando en el lugar para participar de una de la celebración religiosa que más gente convoca en la provincia. Este año hubo 25.000 fieles durante el domingo 25 de abril, según los datos que maneja la Policía.
Camiones cargados de gente. Camionetas con sillas, carpas y colchones. Mujeres con banquetas a cuesta. Discapacitados en sillas de rueda o con muletas. Esta es una postal común en San Expedito, cada vez que se llevan a cabo las patronales. El día del santo es el 19 de abril, pero fue ayer cuando se realizó la procesión.
Durante esta celebración, los devotos tuvieron en común el realizar un viaje sacrificado para poder llegar hasta el santuario. Es que la mayoría de la gente vino de otras provincias. Los más creyentes se instalaron en el lugar varios días antes para participar de la novena. Y si bien en los últimos años la infraestructura del lugar mejoró, todavía faltan comodidades para albergar a tanta gente. Los fieles acamparon en cualquier rincón. Hasta hubo casas de familias que prestaron el fondo. Otro tanto improvisó campamentos en camiones o en la parte trasera de las camionetas. Sólo los que llegaron varios días antes tuvieron el mejor lugar del camping, cuya capacidad se ve rebasada al menos 4 días antes de la procesión.
El santuario está emplazado en medio del desierto. Es por eso que la gente que fue a demostrar su fe, pasó mucho frío por las noches y calor en el día. "Venir para acá es mucho sacrificio, pero hay que agradecer. Yo estuve muy enferma y San Expedito me ayudó a recuperarme", dijo María Balverdi, de Rawson. La mujer llegó hasta Bermejo con 15 personas más. Acamparon un par de días para poder ingresar al templo sin problemas y de paso pasar más tiempo en familia.
Este año la procesión estuvo más organizada porque hubo menos gente. Muchos de los fieles optaron por ir al santuario el lunes pasado que fue el día del santo. Pero además, al escenario lo colocaron en otro sector del playón que está antes de llegar al templo. La gente pudo participar de la celebración de la misa, más cómodamente. A partir de las 18, la multitud empezó el viaje de regreso a casa. Aunque muchos decidieron quedarse para esperar que el tránsito se descongestione y degustar un asado el domingo por la noche.
El lunes pasado, la cantidad de gente que pasó por el santuario, fue similar a la de ayer. Hubo muchos contingentes que llegaron desde otras provincias. Una de las particularidades de los devotos foráneos es que además de visitar San Expedito, se hicieron un tiempo para pasar por el oratorio de la Difunta Correa, que está a pocos kilómetros de Bermejo.