Las lágrimas y la sonrisa que Elena Gabriele (64), la vendedora ambulante más grande del grupo, mostraba al bajar las escaleras de la Municipalidad de la Capital, adelantaban la decisión: los vendedores no consiguieron un permiso para vender en el Parque de Mayo, pero sí les designaron un lugar para que trabajen desde mañana mismo en la calle San Luis, enfrente del estadio Aldo Cantoni y al lado de donde estará el Paseo de los Artesanos. La medida fue tomada ayer, cuando ella y otros cuatro comerciantes se reunieron con el intendente de la Capital, Marcelo Lima. El permiso puso fin a una novela conflictiva que comenzó hace casi un mes y medio, cuando la Municipalidad sacó la ordenanza para regular la venta callejera, que impedía a los vendedores trabajar en la Plaza España.

Elena caminaba despacio. Por su edad y los ojos nublados, tambaleaba mientras bajaba los escalones del edificio municipal. Y necesitó la ayuda de otro vendedor para avanzar. Desde esas escaleras, uno de los ambulantes les gritó a los alrededor de 50 vendedores que esperaban sentados en la plaza Aberastain: "¡A trabajar! ¡Conseguimos un lugar, y es para siempre!". El hombre levantó un viento de aplausos y abrazos, después se acercó a sus compañeros para contarles los detalles de la medida.

Según contó el secretario de Gobierno de la Capital, Ricardo Pintos, los vendedores podrán vender sobre calle San Luis, entre los estadios y la Facultad de Ingeniería. Estarán en el sector comprendido entre la calle Félix Aguilar, pasando el Monumento al Deporte, y la Urquiza (tienen que dejar libre el espacio de acceso al estadio); al Sur del Paseo de los Artesanos, que inaugurarán en unos 15 días.

Los 120 vendedores, cuyos nombres forman parte de una lista que los comerciantes le presentaron al intendente Lima, podrán trabajar los domingos y feriados, pero no podrán vender cuando haya espectáculos deportivos.

"Por el momento van a trabajar sobre las mesas que usaban en la plaza. Pero se han comprometido en construir gazebos móviles, que se llevarán cuando se vayan del lugar", explicó Pintos. Y detalló que, para estar en el lugar, los vendedores tendrán que cumplir una serie de requisitos. Uno es que no podrán colgarse ilegalmente del tendido eléctrico, tendrán que usar un grupo electrógeno. Además, deberán hacerse cargo de la limpieza del lugar y cumplir con las exigencias que establece la ordenanza de vendedores ambulantes, que son: inscribirse como monotributistas, pagar Ingresos Brutos y abonar el Tributo Municipal. Para que paguen ese tributo, la Municipalidad de la Capital incluirá una categoría que contemple a este tipo de vendedores en la normativa. El cumplimiento de los requisitos será controlado por la Municipalidad dentro de unos 30 días, cuando la ordenanza que regula la venta ambulante esté reglamentada.

La noticia de que podrán vender legalmente generó un respiro de alivio que los comerciantes estaban buscando desde el 8 de abril pasado. Ese día, la Municipalidad de la Capital sancionó la ordenanza 9246, que prohibe la venta en la Plaza España, donde estaban trabajando, y en el Parque de Mayo. Ante la medida, los vendedores solicitaron a la Dirección de Arquitectura, que se encarga del mantenimiento del Parque, que los dejará vender allí. Pero la respuesta se demoró y el domingo pasado, cuando los inspectores de la Municipalidad sacaron a los vendedores de la plaza, se quedaron sin lugar para trabajar. Desde el municipio los dejaron vender en el Parque, sólo por ese día. El miércoles pasado, los ambulantes se reunieron con Lima, quien les dijo que iba a pedir a Arquitectura que tomara una decisión rápidamente. La respuesta llegó y fue negativa. Por eso, los vendedores pidieron trabajar en la calle San Luis. Y ayer la Municipalidad les dio finalmente el permiso.