Madres, padres, hermanos, esposas. Todos llevaban claveles en sus manos y en el momento más intenso y cargado de emoción de la ceremonia, los arrojaron silenciosamente a la fuente en el Monumento a los Caídos en Malvinas, de plaza España. El ritual durante el acto central por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas sirvió para que los familiares se descargaran en lágrimas y mitigaran en parte el dolor de las ausencias, a 31 años de la Gesta.

“Es como que esa fuente se convirtió en nuestro cementerio. Realmente los deudos no tenemos dónde ponerles una flor y por eso este rito es muy fuerte para nosotros”, dijo Iris Montaño, hermana de Agustín Montaño, fallecido en las islas. “Siento que una parte de mi sobrino está ahí en la fuente y que al menos puedo dejarle una flor”, agregó Adriana Carrizo, tía de Jorge Antonio Yacante.

La fuente contiene una placa de mármol con las Islas Malvinas grabadas, rodeada de agua, que simboliza al mar. A su vez, en un jardín lateral colocaron 24 cruces de madera, representando a los sanjuaninos que fallecieron durante el conflicto bélico.

Hubo llantos, lágrimas en silencio y abrazos entre los familiares, en un instante de recuerdo a carne viva. “Para quienes perdieron a sus seres queridos en el crucero Belgrano, este acto carga un simbolismo más fuerte aún, es como que tiran una flor al mar”, graficó Roberto Arroyo, presidentes del Centro de Ex Combatientes del Atlántico Sur (CEAS). Luego, la Banda del RIM 22 ejecutó el toque de silencio, para cerrar el pasaje más sobrecogedor del homenaje.