-¿Qué significa para usted esta designación?
-Después de una carrera judicial que uno ha hecho en el Ministerio Público es como llegar a la cúspide de mi carrera. En lo funcional voy a tratar de llevar la acción penal en los procesos de trascendencia institucional.
-¿Cuáles son las áreas en las que le tocará intervenir?
-En todo lo que tiene que ver con evasión tributaria, delitos económicos, trata de personas y el tema de drogas y voy a tratar de coordinar con la Fiscalía de primera instancia en San Juan para perseguir este tipo de conductas. También vamos a seguir con la política implementada desde la Procuración General en los juicios lesa humanidad.
-¿Está al tanto de lo que pasa en San Juan?
-En San Juan hay muchas causas abiertas y la idea es tratar de que, por respeto a las víctimas y a los imputados también, haya una pronta resolución en sus casos. Se estima que a mediados del año que viene podríamos estar frente a un nuevo proceso con la idea acumular varias causas para no revictimizar a los testigos y que no tengan que revivir todo lo que pasaron.
-¿Qué sensación le generó la noticia de la fuga de Olivera y de Marchi?
-Una sensación de impunidad porque habían sido juzgados, se les habían dado las garantías de un debido proceso, que no tuvieron las víctimas en la época del terrorismo de Estado, pero no respetaron la decisión de la Justicia. En un estado de derecho las personas tienen que allanarse a la Justicia.
-¿Qué hay que hacer frente a esta situación?
-Hay una causa abierta en la que se están investigando las responsabilidades. Pueda ser que los tengamos para el nuevo juicio.
