Multitudinario. Así fue el recibimiento que miles de fieles le dieron al Papa al pisar por primera vez suelo panameño ayer sobre las 18 (hora de Argentina).

En el avión que transportó al papa Francisco del Vaticano a Panamá, en el habitual diálogo que tiene con periodistas acreditados, alguien le preguntó sobre la muralla y el sumo pontífice no tuvo temor de apuntarle a Donald Trump, al decir que la iniciativa apela "al miedo que nos vuelve locos a todos". El religioso llegó la tarde de ayer a Panamá para reunirse con decenas de miles de jóvenes en su primera visita a Centroamérica, una región asolada por la migración forzada, la pobreza y la violencia, entre otros males.

Francisco arribó al aeropuerto internacional Tocumen, de Ciudad de Panamá, donde fue recibido por el presidente Juan Carlos Varela y miles de jóvenes que ondearon pequeñas banderas de Panamá y El Vaticano y corearon "esta es la juventud del Papa". El viaje del primer Papa latinoamericano coincide con la mayor ola migratoria de la región: guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses, salvadoreños y venezolanos huyen a diario de la pobreza y violencia en sus países.

Francisco ha defendido la migración desde que asumió como Papa en 2013 y se espera que sea el tema central de su mensaje durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), uno de los principales eventos de la Iglesia católica que, cada tres años, reúne al Papa con jóvenes de todo el mundo.

Es la primera vez que la JMJ se celebra en Centroamérica, una región mayoritariamente católica que sólo ha recibido la visita de un Papa cuando Juan Pablo II llegó en 1983 y 1996. La cita coincide con la salida de una nueva caravana de migrantes centroamericanos que avanza rumbo al norte y con la insistencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por reforzar el muro fronterizo con México, un debate que mantiene parcialmente paralizado al gobierno estadounidense.

Trump quiere 5.700 millones de dólares para financiar el muro.

A bordo del avión que lo transportó hasta Panamá, Francisco sugirió que la hostilidad hacia los migrantes es impulsada por un miedo irracional. "La voz del papa Francisco puede ser el origen de cambios, de generar conciencia en nuestros gobiernos porque la situación migratoria de El Salvador es difícil, como nunca antes se había visto", dijo Edwin Valiente, un estudiante de arquitectura de 28 años que llegó desde El Salvador para la visita de Francisco.

"Nadie quiere dejar su país pero los jóvenes salvadoreños lo están haciendo en busca de oportunidades, de empleo, de seguridad", agregó el joven, uno de los más de 6.000 salvadoreños que llegaron para el masivo evento.

Francisco, de 82 años, se reunirá el jueves con el presidente Varela y otras autoridades. Durante su viaje, que se extenderá hasta el domingo, también visitará una prisión juvenil y un hospicio para enfermos de Sida.
 

Recibimiento. El religioso fue recibido por el presidente panameño Juan Carlos Varela y su esposa Lorena Castillo.
Color. Los organizadores del encuentro calculan que reunirán a unas cien mil personas de distintas latitudes.
  • La agenda

Hoy Francisco se reunirá con el presidente Varela. Mañana estará con jóvenes presos, el sábado habrá misa en la mañana y el domingo 27 regresará al Vaticano.

  • Sin respuesta

Luego de conocerse la postura del religioso en medios del mundo, nadie de la Casa Blanca salió a responderle y no se conoce tampoco si esa reacción ocurrirá.