�El proyecto Pascua-Lama, donde Barrick invirtió ya U$S 8.500 millones para su construcción; esta frenado por orden de la Justicia chilena desde mayo de 2013 por no realizar las obras de manejo de aguas que están estipuladas en su permiso ambiental. A eso se suman las dificultades financieras de la minera.
