La Cancha de Bochas es una de las formaciones geológicas más atractivas del Parque Ischigualasto, ya que contiene rocas totalmente redondas, formadas básicamente por granos de arena que terminaron cementándose en forma circular. El lugar es una de las estaciones que conforman el circuito interno del parque para turistas que, hasta hace algunos años, se encargaron de llevarse varias bochas como souvenir. Los propios guías les explicaban a los visitantes que eran muchísimas las bochas, pero que con los años sólo quedaron las más grandes que no podían guardarse en carteras o bolsos de mano. Por suerte ahora, según Juan Carlos Salica, la gente ha aprendido a valorar el lugar y son muy pocos los robos.