El empresario Enrique Meló (hijo) junto a su hermano Guillermo, comentó que "estamos trabajando en la finca ‘La Fortaleza’, ubicada en 9 de Julio, en 8 hectáreas por el sistema llamado en inglés dry on vine o DOV. Avanzamos en el ajuste y desarrollo".

Comentó que "para el DOV se necesitan distancias de 3 metros entre líneas de plantas o mangueras de riego standard y de 2 metros entre plantas para que ingrese la máquina. La altura de alambre ronda los 2,10 metros, por lo que debimos adaptar primero los parrales que ya teníamos para las primeras pruebas. El segundo año ya hicimos un parral de 12 hectáreas con un rinde muy bueno. De unas 9 toneladas de pasa por hectárea de Sultanina y Fiesta que son las variedades locales que se pueden adaptar a este sistema".

"En el DOV la poda es diferente. Se trabaja melga por medio año por medio. En una melga se hace poda larga con guías en los dos sentidos donde va a colgar la producción de ese año. Para el otro lado de la sepa, se hace una poda corta de pitón que ese año no va a dar uva, pero sí las guías para la producción del otro año. Se produce uva melga por medio de manera escalonada", comentaron los hermanos Meló.

"Es un sistema en desarrollo aún, donde analizamos los tiempos de cada labor cultural, contenido de azúcar en grados Brix, experimentar en función de ellos los tiempos de corte a fin de tener una pasa de calidad sin excedernos en el tiempo, ya que si no cosechamos antes de marzo, comienza la época de los rocíos y mayor humedad, en un oasis donde además las lluvias ocurren en enero y febrero al contrario de California. Mientras más tardes cortés, más tarde se seca. Hay que pulir detalles a fin de que la máquina coseche la pasa con un 11 ó 12% de humedad y no haya que tenderla al Sol o forzar el mismo en hornos, por ejemplo, como hacen los norteamericanos".

El ahorro de costos con el DOV es clave: "Si nosotros logramos cerrar el círculo de corte de DOV, secado en planta y cosecha mecánica, estimamos ahorrar todo el proceso del pasero que implica dejar de lado un costo muy importante. Gastaremos cuatro veces menos en cosechar la pasa. Evitaremos hacer el tendido, el dado vuelta y levantado de la pasa y los fletes correspondientes. Es decir que la pasa irá directamente del parral a la planta de procesamiento y con ello en mano de obra se reduciría alrededor un 50%".

"Cosechar dos a tres hectáreas en una jornada de 8 horas demanda una cuadrilla de 60 operarios, mientras que con la máquina cosechadora, sólo se requieren 3 operarios para la misma superficie y sólo se traslada pasa. Además existen labores culturales extras para acelerar los procesos de secado en el parral. Por ejemplo, en estos momentos sólo estamos podando la mitad del parral", comentó Enrique Meló.

 

Cosechadora nacional

Los hermanos Meló relataron que "vinimos con la idea de EEUU a partir de ver numerosos modelos en funcionamiento y acá mi padre contactó una empresa metalmecánica de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe, con quienes trabajamos en el diseño y desarrollo de la nueva máquina desde abril del 2014".

Agregaron: "Llevamos fotos y diseños y se acordó trabajar una máquina autopropulsada, el sistema de oruga para evitar la compactación del suelo en un desarrollo de casi 9 meses hasta enero pasado que estuvo lista y esperando la cosecha y el secado en parral". Entre otras características, "tiene un motor a explosión diesel de tres cilindros, un tren de tres bombas hidráulicas que mueven la cinta transportadora, golpeo de cosecha y la turbina expulsora de palos y hojas con un sistema de descarga automática de bines".

"La máquina permite trabajar en dos turnos de trabajo y se pueden cosechar entre 5 y 6 hectáreas por día con tres operarios. Manualmente se necesitan unos 60 operarios, se puede cosechar unas 2,5 a 3 hectáreas en un turno de 8 horas".

Finamente relataron a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO al pie de la misma, que "esta máquina se comenzó a fabricar en septiembre y finalmente la probamos en abril pasado".