Los mercados internacionales no cesan de sacudirse, al compás que marcan los pésimos datos de las economías centrales, como lo han mostrado ayer las bajas generalizadas de las Bolsas europeas y de Wall Street.

En Nueva York, los papeles privados se han desplomado un 2,2 por ciento, el Nasdaq, que negocia los papeles tecnológicos, un 2,6 por ciento, y el índice S&P 500 ha perdido también 2,5 por ciento, golpeados por las noticias de que el empleo en EEUU no ha crecido y que la tasa de desocupación se mantiene en el 9,1 por ciento.

En el Viejo Continente, la caída fue aún más pronunciada que en Wall Street, con el índice IBEX35 de la Bolsa de Madrid perdiendo un 3,4 por ciento al cierre de la sesión. Milán (Italia) ha caído un 3,9 por ciento, mientras que Frankfurt (Alemania) y París (Francia) han cedido un 3,5 por ciento en ambos casos.

Los papeles líderes cayeron ayer 1,87 por ciento en la Bolsa de Comercio porteña, arrastrados a terreno negativo por los mercados globales, una tendencia que se extendió a los bonos soberanos.