Desde hace unos días, todo es alegría en Fundame, la Fundación María Echenique que ayuda al niño con cáncer. Es porque se enteraron que el Gobierno de la Provincia les entregará hoy un subsidio para que finalmente tengan la casa que soñaron. La fundación, que tiene 11 años, funcionó siempre en viviendas que alquiló porque no tenía un lugar propio. El ministro de Desarrollo Humano, Daniel Molina, dijo que entregarán cerca de $2.000.000 para que compren la casa y le hagan arreglos y adquieran lo necesiten.
El año pasado Fundame pasó su peor momento. Durante algunos meses tuvo que cerrar sus puertas porque no tenía dinero para pagar el alquiler. Luego comenzó a ser subsidiado por Desarrollo Humano. Sin embargo, ahora todo será distinto. ’Pensamos comprar la casa en la que estamos actualmente, que cuesta $1.100.000. Pero si eso no se da, buscaremos otra’, dijo María del Valle García, presidenta de Fundame. Además, aseguró que es lo mejor que les pasó desde que empezaron a funcionar. Es que les resultaba imposible poder comprar una vivienda con sus recursos ya que ellos subsisten con campañas solidarias (ver aparte).
’Era necesario que Fundame tenga su propia casa, porque es una institución muy importante en la provincia y los chicos oncológicos necesitan de un lugar especial para ellos’, dijo Molina quien explicó que el dinero para la compra pertenece a fondos provinciales.
La casa en la que actualmente funciona está ubicada en calle Rivadavia 1.437 Este, en Santa Lucía. Tiene capacidad para alojar a 2 pacientes oncológicos y a 2 acompañantes y tiene todas las comodidades para que personas de departamentos alejados puedan hospedarse mientras tratan a sus hijos. La casa tiene agua y gas natural, espacios para recreación y un lugar donde se llevan a cabo talleres. El lugar no es exclusivo para pacientes de departamentos alejados. Puede ser usado por pacientes que tienen inconvenientes para trasladarse hasta el hospital.
García dijo que la mayoría de los niños que pasa por la casa de Santa Lucía, que está cerca del Hospital Rawson, son de Jáchal y Calingasta. ’Tenemos dos niños de esos departamentos que vienen cada 10 días a seguir con sus controles’, dijo.
Una vez que la casa pertenezca a la fundación, le harán algunos arreglos. Es que necesitan una planta alta para poder tener más espacio para hospedaje, sin tener que modificar el espacio verde.
Además, Fundame cuenta con una sede en los jardines del Rawson. Es una casa prefabricada que se usa para la contención de los pacientes y su entorno familiar. Desde allí, los voluntarios visitan el internado para cubrir algunas de las necesidades de entretenimiento y recreación que ayuda a los niños a tener una estadía más amena en el hospital. A esto se suma que los voluntarios contienen a los chicos y sus papás en la sala de espera del 1er piso, equipada para este fin.