Gabriela Riveros (47) llegó a caballo por primera vez al petroglifo, junto a otras profesionales, para estudiarla y hacer un relevamiento. Lo siente como parte de sí y lo conoce de memoria, porque incluso escribió un libro sobre la Piedra de la Junta, que presentará en junio. Ayer, escribió su último capítulo. “Esta piedra es como el aleph de Borges. Acá se unen los puntos del espacio y el tiempo simultáneamente. Tengo un cariño especial y pensé que el operativo no iba a ser exitoso. Por eso estoy feliz, no lo puedo creer”, confesó. “En los diseños se ven una serie de serpientes, personajes con figuras humanas como un sacrificador y atributos del cóndor. Son diseños abstraídos de la realidad, únicos y valía donde quedó ahora, no donde la dejó tirada esta personas. Esta piedra es hermosa”, dijo Gabriela.