Emocionó a todos con su relato. Le hizo poner la piel de gallina a más de uno con su ejemplo de lucha y entera vitalidad. Gabriela Pizarro tiene 44 años y hace dos que le hace frente a un cáncer de mama de grado invasivo (el más grave) que le causó metástasis en los huesos y la obligó a la extirpación de sus ovarios, útero, tumores cancerígenos y encapsulados. Ante semejante situación, ella el año pasado encontró la forma de hacerle frente a esa dura enfermedad y así lo relató: +Cuando me descubrieron la enfermedad, los médicos le dijeron a mi esposo que me hiciera disfrutar de la vida, nada más. Pero el año pasado debuté en el Ansilta y mientras corría la prueba de 4 kilómetros, me di cuenta que esto era mi pasión y de ahí no paré más. En noviembre cuando me sacaron útero, ovarios y tumores, estuve tres meses parada. En febrero arranque otra vez con mis entrenamientos y corrí 10 kilómetros de la maratón de Mendoza. Ahora estoy en mi segundo Ansilta, corrí la prueba de 8 kilómetros y voy por más. Mientras Dios me siga dando estas oportunidades lo voy a seguir haciendo+ contó con los ojos llenos de lágrimas Gabi. Ella contó con el apoyo de su esposo y sus dos pequeños hijos. +Ellos me apoyan en lo que hago y me motivan para darle lucha a esta cruel enfermedad+, sostuvo y también le agradeció a su amiga, quien la acompaña desde toda la vida y precisamente es su compañera de competencia. +Esta enfermedad no me va ganar. Soy feliz cada vez que disputo este tipo de competencias+, contó Gabriela quien sin dudas ganó en la mañana de ayer. Y no sólo ganó ayer, gana en la vida en su lucha contra el cáncer.
